Como se preveía, la marca coreana LG se ha presentado en el CES con algunas novedades dentro de su línea de smartphones de gama media y gama baja que llegarán al mercado en el mes de febrero. Un auténtico aperitivo previo a conocer el verdadero plato fuerte de la compañía, el sucesor de su no muy afortunado LG G5 (aunque de este buque insignia no hablaremos hasta dentro de varias semanas todavía). LG ha presentado al público los últimos ejemplares de la serie K, todos ellos desarrollados para combinar un diseño de calidad con especificaciones eficientes a un buen precio.
Los más modestos de la serie K serán el LG K3 y el LG K4. En comparación con los modelos del año pasado, estos pueden presumir de una pantalla de mayor tamaño (la diagonal ahora llega a 5 pulgadas en el K4 y a 4,5 pulgadas en el K3), una batería de 2.400 mAh (2.100 mAh en el K3) y un acabado fino que mejora el agarre y la apariencia de la parte trasera. A pesar de estos detalles, en el fondo cuentan con un apartado técnico destinado al sector más bajo del mercado (entry level). Resolución de pantalla de 480 x 854 píxeles y cámara de 5 megapíxeles acompañados de un procesador de cuatro núcleos y 1 GB de RAM. Ambos poco preparados para la multitarea y otras operaciones exigentes.
En cambio, el LG K8 mejora al modelo básico en varios aspectos. En primer lugar la pantalla, también de 5 pulgadas, sí, pero que gana en resolución (HD) y permite disfrutar mejor de cada contenido. Además también aumenta la definición de la cámara principal, que cambia a 13 megapíxeles, y sobre todo es importante el hecho de que cuenta con la versión pre-instalada de Android Nougat, impulsado por un procesador un poco más potente y 1,5 GB de RAM, una mezcla adecuada para un uso limitado. Tal vez pensado para los consumidores que no busquen un ordenador en miniatura, sólo un teléfono con el que poder pasar el tiempo a veces.
Si, por el contrario, eres un usuario conectado a la tecnología (en todas sus formas, el smartphone más refinado de este cuarteto es el LG K10. Su estructura de metal y vidrio para el protector de pantalla, y ligeramente arqueado, son los elementos de diseño que lo distinguen de los otros modelos, mientras que bajo el capó está equipado con un procesador octa-core y con el apoyo de 2 GB de RAM, y una cámara frontal de 5 megapíxeles con lente gran angular que complementa el sensor principal de 13 megapíxeles. Todo ello sumado a una batería de 2.800 mAh, de cuya autonomía no sabemos nada todavía (a falta de ver cómo funciona Nougat en el K10).