LG presenta su más reciente dispositivo de gama media, el LG K8, un smartphone que tiene rasgos y características de diseño típicas de todos los teléfonos Android más capaces disponibles en la actualidad. El K8 trata de emular la gama superior del mercado, con una calidad de construcción única, y la presencia de Android 6.0 Marshmallow, que sigue creciendo entre los nuevos aparatos frente al sistema operativo Android 5.0 Lollipop en 2016.
El LG K8 también dispone de buenas especificaciones técnicas: el chipset Mediatek MT6735, con una frecuencia de cuatro núcleos a 1,3 GHz, además de 1,5 GB de RAM para realizar la mayoría de las operaciones diarias con fluidez. El almacenamiento incluye 8 GB, ampliables mediante microSD hasta los 32 GB, y desde el punto de vista de la imagen, el LG K8 presenta una pantalla de tamaño más que aceptable (5 pulgadas con resolución de alta definición).
Pero la pieza central del LG K8 se centra en la capacidad de utilizar las redes 4G LTE, que proporcionan automáticamente una tasa particularmente alta de transferencia de datos online, útil si se utiliza, sobre todo, la conexión de datos. Sin embargo, tampoco se debe menospreciar el módulo Wi-Fi, más rápido para funciones interactivas y directas, y el reconocimiento de la NFC si realizas micropagos rápidos y seguros.
El nuevo dispositivo de la compañía coreana incorpora una cámara trasera de 8 megapíxeles y una cámara frontal de 5 megapíxeles, una buena opción en el caso de autofotos (o selfies) y de tomas panorámicas que vayan a ser compartidas a través de tus redes sociales. El K8 también está protegido por una carcasa hecha de plástico, que es capaz de generar la perfecta sensación de un cuerpo de metal, con un agarre óptimo en cada situación diaría.
Por lo tanto, el LG K8 es un smartphone Android convincente, a pesar de estar a la altura de los dispositivos más bajos de la gama media (especialmente en comparación con el nuevo dispositivo Moto G4 fabricado por Lenovo y Motorola), perfecto para tareas diarias simples,y fiable para el procesamiento de aplicaciones particularmente exigentes, destacables en la parte superior del mercado, y donde no te quedarás insatisfecho.