El Galaxy S8 no tendrá bordes, la relación entre la pantalla y el cuerpo del dispositivo será del 90 por ciento (similar al Xiaomi Mi Mix). Es sólo la última de muchas noticias que se han ido filtrando sobre el próximo smartphone de gama alta desarrollado por la compañía coreana, sucesor del Galaxy S7, y pensado para redimirse de la debacle provocada por el Galaxy Note 7. Un dispositivo que destacará sobre todo por la ausencia de marco, un procesador de 3 GHz y, al parecer, también por la pérdida de los botones físicos que siempre han caracterizado a los móviles de la compañía.
De acuerdo con The Investor, el ejecutivo Park Won-sang, ingeniero jefe de Samsung Display, reveló que el Galaxy S8 tendrá una pantalla OLED que irá de borde a borde (edge-to-edge). "Samsung Display realizará una pantalla cuya proporción respecto al cuerpo (en una escala que mide el espacio ocupado por la pantalla en la parte frontal del dispositivo) llegará a más del 90 por ciento el año que viene", aseguró durante la celebración de la conferencia IMID 2016 en Seúl. Durante dicha conferencia, Won-sang también presentó una imagen del concepto de un Galaxy S7 Edge con un botón de inicio eliminado de la parte inferior del dispositivo.
Sobre esta información, los expertos de Techconfigurations han especulado sobre un Samsung Galaxy S8 verdaderamente revolucionario. Tal y como ha relata esta semana Park Won-sang, este debería tener una pantalla que ocupará hasta el 90 por ciento de la superficie frontal del teléfono, con una pequeña línea superior e inferior en la parte frontal, de aspecto diminuto. Por lo tanto, al llevar a cabo estas especificaciones, los diseñadores han recreado un dispositivo edge-to-edge, pero con pantalla lateral aún más extendida y con nuevas funciones y atajos transformados en la parte software. Además de esta importante innovación, Samsung también podría agregar un sensor de presión en su teléfono para evitar posibles errores al tocar (especialmente en los lados del dispositivo). En cualquier caso, la pantalla deberá tener una resolución de 4K notable en una diagonal de 5,5 pulgadas o 5,7 (en su segunda variante de la parte superior del móvil, un nuevo y con otro nombre Samsung Galaxy S8 Edge, por ejemplo).